El tratamiento de eliminación definitiva del vello se basa en un plan personalizado, que tiene en cuenta diversos factores individuales. ¿Cuántas sesiones de depilación láser son necesarias? Esta es una de las preguntas frecuentes que nos hacen en nuestros centros, pero hay muchos aspectos a considerar si quieres conseguir una piel lisa y suave.
¿Cuántas sesiones de depilación láser son necesarias?
Las características de cada persona que quiera depilarse de manera definitiva son determinantes para establecer un cronograma de sesiones. Estas se dividen en las iniciales, que conforman la parte principal del proceso, y las de mantenimiento. Ceñirse tanto al número de citas como a su periodicidad son aspectos esenciales para conseguir la máxima eficacia del láser.
Las sesiones iniciales se realizan con mayor frecuencia al principio, y luego, a medida que avanza el tratamiento y se acumula el efecto del láser en la zona, se van espaciando. En promedio, las administramos cada 6 semanas. Las de mantenimiento, en cambio, solo son necesarias una o dos veces al año, después de haber finalizado las primeras.
La región en la que es preciso eliminar el vello superfluo es decisiva a la hora de establecer el cronograma. Por ejemplo, la cara requiere aproximadamente 15 sesiones, porque recibe un fuerte estímulo hormonal. En cambio, para las axilas suelen bastar de 6 a 8 sesiones. Entre los factores que aumentan el número de sesiones necesarias, encontramos los siguientes:
- La edad, ya que la influencia hormonal es mayor en las personas jóvenes.
- El género masculino.
- Estar bronceado o ser de piel morena.
- Que el vello sea de color claro o canoso.
¿Cuál es la importancia de la continuidad en la depilación?
Ceñirte al cronograma, respetando tanto los intervalos como las citas agendadas, es un aspecto clave para el éxito del tratamiento. El efecto de la luz láser sobre los folículos pilosos es progresivo y acumulativo, porque se suma de sesión en sesión. Por este motivo, interrumpir el tratamiento o espaciar las citas de una forma desordenada hace que se pierda el progreso alcanzado anteriormente.
El vello de la zona, que había cambiado para ser ralo y escaso, podría retomar su crecimiento, incluso con más fuerza. En esta situación reaparece y puede crecer con una distribución irregular. En consecuencia, deberás reagendar las citas en un nuevo cronograma para no alterar el resultado final. En algunos casos habría que empezar el tratamiento de nuevo, desde el principio, debido a los resultados incompletos del láser.
Las fases del crecimiento del vello
La continuidad de las sesiones permite que el folículo piloso reciba la energía lumínica de una forma reiterada, repetitiva, en la misma zona, hasta conseguir una piel suave y tersa. Se trata de una técnica que se ha diseñado en estrecha relación con el ciclo de crecimiento del vello.
Todo el pelo, incluyendo el corporal, el facial y el del cuero cabelludo, pasa por tres fases. En este ciclo, cada folículo puede estar activo o no; en general, el 90 % del vello crece, mientras el 10 % restante no lo hace. Las tres etapas son las siguientes:
- Anágena: el vello prospera porque está unido al folículo piloso. Es la fase más larga.
- Catágena: es una transición, en la que el crecimiento se detiene y el tallo se separa del folículo.
- Telógena: el vello se desprende y la raíz queda inactiva.
Lo interesante de esta evolución es que el láser es efectivo únicamente en la fase anágena, por dos razones. En primer lugar, la energía lumínica desciende hasta el folículo, para destruirlo cuando se transforma en calor. Si no hay conexión entre el tallo del pelo y la raíz, esto no puede ocurrir. La segunda razón es que mientras el pelo crece, su concentración de melanina es alta. El láser funciona por contraste de colores, y la presencia de este pigmento facilita la identificación del vello.
Otro factor relacionado con la importancia de la continuidad en la depilación es que nos permite reiterar las sesiones iniciales. Con los repasos frecuentes de la zona damos tiempo a que los folículos que estén en las etapas catágena o telógena vayan entrando en la anágena.
Al abandonar sesiones láser, ¿qué debes hacer?
Existen circunstancias por las que es preciso suspender el tratamiento, lo que afecta negativamente su eficacia y la duración de los resultados. Por ejemplo, ante el embarazo o la lactancia, la aparición de una enfermedad cutánea o la prescripción de medicamentos que producen fotosensibilidad.
Lo que debes hacer al tener que abandonar las sesiones láser es comunicarte con el personal del centro y explicar el problema para encontrar una solución. La primera opción es reagendar las citas hasta que se resuelva la contraindicación para el tratamiento. Esto requerirá un nuevo cronograma y un ajuste de la potencia del láser. Si la situación se prolonga, quizá lo más conveniente sea reiniciar el tratamiento completo en una fecha posterior.¿Cuántas sesiones de depilación láser son necesarias? El número de sesiones varía de una persona a otra, en función de sus características. Sin embargo, cualquiera que sea la cantidad, es imprescindible que sigas el cronograma con la frecuencia que se te ha indicado, para obtener lo que deseas: ¡una piel perfecta!