¿Es posible realizar la depilación láser en el embarazo? A lo largo de toda la gestación ocurren muchos cambios que modifican el funcionamiento de todo el organismo. La presencia del embrión o el feto representa un factor de suma importancia a la hora de someterse a tratamientos médicos o estéticos de cualquier índole. Veamos qué sucede con la depilación láser en la mujer gestante.
El uso del láser en el embarazo
El método de depilación que emplea la energía lumínica para inactivar los folículos pilosos y eliminar el vello no deseado es seguro, siempre que se sigan las instrucciones y se tomen las precauciones indicadas. Además, es un procedimiento seguro, no invasivo y eficaz, que proporciona resultados permanentes.
Seguridad de la depilación
Como sucede con cualquier otro tratamiento destinado a administrarse en humanos, el láser cuenta con el aval de diversas asociaciones científicas, como la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Este respaldo se basa en evidencias científicamente obtenidas gracias a las cuales se ha demostrado su seguridad y eficacia.
Es un hecho conocido que el uso de ciertos tipos de energía, como la electricidad o la radiación ionizante, está contraindicado durante la gestación. Sin embargo, en el caso de la depilación aún no se han realizado estudios clínicos para determinar la inocuidad o no de este procedimiento, tanto para la madre como para el feto.
Aunque se trata de un procedimiento superficial, que no va más allá de la piel, carecemos de información científica que descarte las posibles consecuencias lesivas hormonales, cutáneas o de cualquier otra índole. Por lo tanto, el consenso general es evitar el uso del láser durante la gestación, y debido a esto no lo realizamos a las embarazadas en nuestros centros.
¿Qué ocurre en la piel durante el embarazo?
La elevación de los niveles de algunas hormonas en la sangre es la causa principal de varias modificaciones cutáneas durante el embarazo. Entre ellas destacan los estrógenos y la progesterona, pero también aumenta la secreción producida por la placenta, la tiroides, las glándulas suprarrenales y la hipófisis.
En conjunto, las hormonas pueden elevar la producción de melanina y producir cambios en la vascularización de la piel y el tejido conectivo, que se manifiestan de esta manera:
- Hiperpigmentación de la línea alba abdominal, las areolas, las axilas, la zona genital y la cara interna de los muslos.
- Aparición de melasma en la cara.
- Oscurecimiento de las pecas y los lunares.
- Aumento de la vascularización: presencia de arañas vasculares, varices o eritema palmar.
- Estrías y acrocordones, que son pequeños tumores benignos de la piel.
Los riesgos del láser en el embarazo
La producción aumentada de melanina en la piel y los cambios vasculares incrementan los riesgos del láser en el embarazo. Entre los problemas que pueden aparecer, particularmente cuando no se siguen las instrucciones dadas por el personal técnico, figuran la pigmentación irregular con aparición de manchas, la irritación o inflamación y las lesiones.
Además, la eficacia del láser depende en buena parte de la situación hormonal del cliente. En las embarazadas, la mayor densidad y el rápido crecimiento del vello son características que responden al estímulo hormonal, lo que puede evidenciarse en la cabellera, que siempre se ve más brillante y abundante.
Debido a estas modificaciones, resulta complicado establecer la cantidad de sesiones necesarias para el tratamiento, así como la periodicidad de las de mantenimiento. En estas circunstancias, la efectividad del láser en el embarazo puede disminuir.
Por otra parte, es posible que la embarazada se encuentre en una situación de estrés, lo que aumenta las molestias que se sienten durante la aplicación del láser. Es una situación que podría transmitirse al feto.
Depilación en las mujeres embarazadas
Después de revisar los aspectos más relevantes de la depilación en las mujeres embarazadas mediante el uso del láser, podemos concluir que los riesgos conocidos son mayores que los beneficios. Considerar la relación riesgo-beneficio es una práctica común dentro de la medicina, que permite tomar la decisión más acertada e inocua en cada caso.
Por otra parte, hasta ahora te hemos hablado de los riesgos que conocemos, como las manchas o la irritación. Hay que tener en cuenta también que no se dispone de ensayos clínicos que evalúen la seguridad de la depilación láser durante la gestación. En consecuencia, no existe información científica que nos permita descartar o confirmar la existencia de riesgos desconocidos del láser para la madre o el feto.
Alternativas seguras para las embarazadas
La depilación puede realizarse de una forma más segura utilizando métodos alternativos. Aunque conllevan algún riesgo local, representan alternativas válidas.
El afeitado con cuchilla puede producir irritaciones o foliculitis, pero con ciertas precauciones se garantiza un buen resultado. Las cremas depilatorias también pueden utilizarse y tienen la ventaja de que su efecto es más prolongado que el de la cuchilla.
El embarazo provoca multitud de cambios en el cuerpo de la mujer, y la piel no es una excepción. Con el nivel de conocimientos disponibles en este momento, no es posible realizar la depilación láser en el embarazo. Las alteraciones de la pigmentación y la vascularización no nos permiten proceder de forma segura. Sin embargo, existen métodos alternativos que sí puedes utilizar.